En un ambiente lleno de expectativas y con la mira puesta en el futuro del marco constitucional, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López Hernández, confirmó que la reforma constitucional que ha generado polémica se votará mañana, sin albazos ni movimientos sorpresivos. En una entrevista tras la reunión de las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos, López Hernández aclaró que Morena y sus aliados cumplirán con el trámite parlamentario de las 24 horas reglamentarias antes de someter el dictamen a votación.

El trasfondo de la reforma

La iniciativa que se discutirá busca modificar los artículos 105 y 107 de la Constitución, estableciendo que no podrán ser impugnadas las reformas constitucionales mediante amparo, acciones de inconstitucionalidad ni controversias constitucionales. Para muchos, esta propuesta es un cambio profundo en el sistema de control judicial, lo que ha provocado un intenso debate.

La postura de Adán Augusto

López Hernández, fiel a su estilo directo, dejó claro que la propuesta no busca imponerse por la fuerza ni a espaldas del Legislativo. «Los albazos se murieron con el viejo régimen del PRIAN», aseguró con una mezcla de ironía y firmeza, respondiendo a las acusaciones de la oposición sobre supuestos intentos de aprobar la reforma sin el debido proceso.

A pesar de las críticas, el senador defendió que el dictamen será votado de manera transparente. «No vamos a sorprender a nadie. Esta reforma será debatida y votada mañana por la tarde-noche, tal y como corresponde», señaló. Además, destacó que se rectificó la propuesta original al retirar la polémica modificación al artículo 1º, relacionada con los derechos humanos, para evitar un conflicto innecesario.

El impacto económico y político

Desde una perspectiva económica, este cambio podría tener efectos sobre la confianza en las instituciones jurídicas de México, especialmente para los inversionistas que dependen de la estabilidad del sistema legal. Limitar las herramientas para impugnar reformas constitucionales podría generar incertidumbre en sectores clave del país, lo que podría influir en la percepción del entorno jurídico y económico de México a nivel global.

Por otro lado, el senador López insistió en que la reforma no es una «guerra» contra el Poder Judicial, sino una afirmación de la soberanía legislativa. “Ningún poder constituido puede estar por encima del poder constituyente”, afirmó, dejando claro que el Congreso tiene la facultad última de modificar la Constitución sin intervención judicial.

A la espera del desenlace

Con las posiciones bien marcadas, mañana será un día clave para la política mexicana. Mientras los defensores de la reforma insisten en que es un paso necesario para afianzar el poder del Legislativo, la oposición sigue firme en su crítica, acusando a Morena de intentar debilitar el control judicial. Sea como sea, la votación de esta reforma promete ser un evento que marcará un antes y un después en la relación entre el Congreso y el Poder Judicial.

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