Por Bruno Cortés

El senador Marko Cortés Mendoza, líder del Partido Acción Nacional (PAN), no dejó pasar la oportunidad de expresar sus críticas hacia el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum, tras su instalación como presidenta de la República. Aunque Cortés reconoció el valor histórico de que una mujer porte la banda presidencial, enfatizó que el cambio de género en la Presidencia no es suficiente para mejorar la situación del país. Según sus palabras, México requiere un cambio de actitud y de estilo en la forma de gobernar, orientado hacia la técnica, la ciencia y la razón, en lugar de continuar basándose en la ideología o el capricho.

Durante la entrevista concedida al término de la instalación de la Comisión de Organismos Internacionales, Cortés señaló que Sheinbaum tiene una gran oportunidad de dejar huella como la primera presidenta de México, pero también advirtió que el camino para lograrlo es gobernar con pluralidad, responsabilidad e inclusión. Lo que más le preocupó, dijo, fue que en su primer discurso como presidenta, Sheinbaum no hizo un llamado explícito al diálogo con la oposición, lo que él interpretó como una señal preocupante de que podría continuar el estilo polarizador de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.

¿Qué significa esto para el ciudadano común?

Para entender mejor este panorama, pensemos en las principales preocupaciones de la ciudadanía: la inseguridad, la economía, y el acceso a servicios básicos como la salud y la educación. Según Cortés, lo que México necesita en estos momentos no es solo más promesas, sino acciones concretas para enfrentar los problemas que afectan a millones de personas. El senador advierte que, si Sheinbaum no cambia su enfoque de gobernar, el país podría seguir atrapado en la confrontación y el estancamiento.

Uno de los temas más urgentes, según el senador, es la inseguridad. Cortés señaló que el país está «incendiado» por la violencia desatada por el crimen organizado, y que la única forma efectiva de combatirlo es a través de una mayor colaboración internacional. Aquí es donde entra el concepto de narcoterrorismo, un término que el PAN ha impulsado para describir los actos extremos de violencia que los cárteles utilizan para sembrar el miedo, como quemar vehículos en las calles o arrojar cadáveres en lugares públicos. Cortés propuso que México tipifique este delito para facilitar la colaboración con otros países y, de este modo, poder hacer frente al crimen organizado de manera más efectiva.

Además, el senador expresó su preocupación por la militarización de la seguridad pública en México. Aunque reconoció que las Fuerzas Armadas tienen una reputación sólida entre la población, advirtió que poner a los militares a hacer el trabajo de la policía los expone a la corrupción y puede dañar su imagen. Para él, la solución radica en fortalecer a las policías civiles y regresar los recursos a los municipios para que puedan enfrentar mejor la delincuencia local.

El reto financiero del nuevo gobierno

Por otro lado, Cortés no dejó pasar la oportunidad de cuestionar la viabilidad económica de las promesas de Sheinbaum. Según el senador, el gobierno entrante enfrenta un país con una deuda mucho mayor que la que dejó el sexenio anterior. Aunque el PAN apoya los programas sociales que amplían los derechos de las personas, Cortés subrayó que será necesario que el nuevo gobierno explique de dónde sacará los recursos para cumplir con sus compromisos sin comprometer otros sectores.

Finalmente, Cortés hizo un llamado a Sheinbaum para que construya su propia historia, alejándose del estilo polarizante de López Obrador y promoviendo el entendimiento entre todos los sectores del país. Para él, es fundamental que la nueva presidenta dialogue con la oposición y trabaje de manera conjunta en una agenda que beneficie a México en su totalidad. Insistió en que, durante el mandato de López Obrador, la oposición fue ignorada sistemáticamente, y expresó su esperanza de que Sheinbaum tome un enfoque diferente, reuniéndose con las diferentes fuerzas políticas para buscar soluciones a los problemas del país.

El desafío de la Guardia Nacional y la militarización

Uno de los puntos más discutidos fue la reciente decisión de mantener a la Guardia Nacional bajo control militar. Para Cortés, esta medida es peligrosa, ya que pone a las Fuerzas Armadas en riesgo de perder el reconocimiento social que han construido durante años. Insistió en la necesidad de fortalecer las instituciones civiles encargadas de la seguridad y reiteró su postura en contra de la militarización de la seguridad pública. Según él, lo que el país necesita es una policía civil eficiente que pueda actuar como primer respondiente, reservando a las Fuerzas Armadas para situaciones de emergencia.

En resumen, Cortés dejó claro que la postura de su partido será de apertura al diálogo y a la construcción conjunta de soluciones, pero también mantendrá una vigilancia constante para que el gobierno de Sheinbaum cumpla con sus promesas y respete el equilibrio de poderes. Para él, el reto de gobernar no solo radica en cumplir con los compromisos, sino en hacerlo de manera efectiva y en colaboración con todas las fuerzas políticas del país.

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