Líbano a 7 de octubre, 2024.- A solo un día del primer aniversario del devastador ataque de Hamás en Israel, el conflicto en Medio Oriente sigue escalando. Este domingo, Israel lanzó una serie de bombardeos en Líbano, dirigidos principalmente contra Hezbolá, en un esfuerzo por detener los disparos de cohetes desde la frontera. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su compromiso de vencer a los «enemigos» de Israel durante una visita a sus tropas en la frontera norte.

 

El bombardeo masivo se concentró en áreas cercanas a Beirut, bastión de Hezbolá, y en el este del país. Según la agencia oficial libanesa ANI, más de 30 bombardeos cayeron durante la noche, dejando a la población local en un estado de terror. «Parecía un terremoto», relató Mehdi Zaiter, un comerciante del suburbio sur de Beirut, quien describió la violencia de los ataques.

 

Netanyahu, en su discurso frente a las tropas, aseguró que Israel había cambiado «la realidad de un extremo al otro» desde el ataque del 7 de octubre del año pasado, que resultó en la muerte de 1,205 personas, la mayoría civiles. «El mundo está impresionado por los golpes que estamos dando a nuestros enemigos», afirmó el mandatario israelí, señalando que las operaciones en Gaza y Líbano continuarán hasta garantizar la seguridad de Israel.

 

Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha intensificado sus llamados a una tregua inmediata en la región, alertando sobre la escalada de la violencia y el derramamiento de sangre en Gaza y Líbano. También el papa Francisco ha pedido un alto el fuego en todos los frentes, incluido el libanés.

 

La situación sigue siendo crítica, ya que Irán, un aliado de Hezbolá, ha prometido responder a cualquier ataque israelí. La tensión entre ambos países aumentó después de los bombardeos que mataron al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, y al jefe de Hamás, Ismail Haniyeh. Las autoridades iraníes han advertido que están «preparadas» para actuar si Israel continúa sus ofensivas.

 

En Gaza, la ofensiva israelí ha causado más de 41,870 muertes, según cifras del Ministerio de Salud del territorio, mientras que en Líbano, las hostilidades han dejado más de 2,000 muertos desde octubre de 2023, con más de un millón de desplazados. La conmemoración del ataque de Hamás ha avivado aún más el temor de un recrudecimiento del conflicto en toda la región.

 

 

 

 

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