El regreso de personajes icónicos como el elefante Melvin y el tigre Toño a las cajas de cereal ha causado revuelo en México. Después de la implementación de la segunda fase del etiquetado frontal en abril de 2021, que prohibió el uso de personajes animados en productos con altos niveles de azúcar y grasas, ver a estas figuras en los empaques ha despertado tanto nostalgia como cuestionamientos sobre la conformidad con la normativa vigente.

 

La respuesta de las empresas a la NOM-051 El reglamento de la NOM-051 establece que los alimentos dirigidos a menores no deben incluir personajes animados si contienen sellos de advertencia. Sin embargo, gigantes de la industria como Nestlé y Kellogg’s han encontrado maneras de sortear esta restricción. Reformulando algunos de sus productos para reducir el contenido de azúcares y grasas, las empresas han logrado traer de vuelta a sus personajes más populares en ediciones especiales de cereales.

 

Un ejemplo claro es la edición de Choco Krispis Krunchers, que ahora contiene 263 calorías por cada 100 gramos, en comparación con las 383 calorías de la versión original. Zucaritas Krunchers sigue una estrategia similar, con 272 calorías por cada 100 gramos, frente a las 385 de la versión regular.

 

El papel de la nostalgia en la mercadotecnia Para muchos consumidores, los personajes como el Tigre Toño y Sam el Tucán no son solo dibujos, sino símbolos de una conexión emocional con la infancia. Sin embargo, en los empaques de productos que aún contienen altos niveles de azúcar, las empresas han optado por utilizar alusiones sutiles, como la cola del tigre o el pico del tucán, en un intento de mantenerse en el marco legal y al mismo tiempo preservar la imagen de sus marcas.

 

Rodrigo Escartín, socio de Escartín Abogados, describe esta estrategia como “una forma ingeniosa de aludir al personaje sin infringir la norma porque no hay propiamente un personaje”. Por su parte, Efraín Olmedo, experto en propiedad intelectual de Santamarina y Steta, añade que estas alusiones permiten a las marcas aprovechar su legado sin contravenir la normativa.

 

Reformulación de productos y percepción del consumidor La reforma de productos no solo busca cumplir con la ley, sino también responder a una creciente demanda de los consumidores por opciones más saludables. Anais López, madre de dos hijos, destaca la importancia de poder elegir productos sin sellos de advertencia: “Me ayuda a tener visible lo que mis hijos están consumiendo y a tomar mejores decisiones para evitarles un exceso de azúcar”.

 

La presidenta ejecutiva de ConMéxico, Claudia Jañez Sánchez, asegura que las empresas están cumpliendo con la normativa e incluso yendo más allá al reformular sus productos. Sin embargo, el desafío persiste: adaptar la estrategia de marketing para mantener la relevancia de estos personajes sin infringir las reglas.

 

Consecuencias a largo plazo El uso de personajes emblemáticos de manera parcial o en productos reformulados podría tener un impacto en cómo las futuras generaciones perciben estos íconos. Olmedo afirma que “estos personajes podrían ser vistos como parte de un pasado lejano, lo que afectaría el valor de una marca en el largo plazo”.

 

 

 

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