Por Bruno Cortés
El Senado de la República vivió una jornada caótica el 10 de septiembre de 2024, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el recinto legislativo mientras se discutía la controvertida Reforma Judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ante la presión y los disturbios, los senadores decidieron trasladar la sesión a la Casona de Xicoténcatl, su antigua sede, donde reanudarían la discusión de la reforma ese mismo día a las 19:00 horas.
¿Qué es la Reforma Judicial?
Esta reforma propone un cambio radical en el sistema de justicia mexicano: que a partir de 2025, jueces, magistrados y miembros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular. Es decir, la ciudadanía tendría la posibilidad de votar por estos funcionarios de la misma manera que elige a sus diputados o senadores.
El presidente López Obrador asegura que esta medida busca democratizar la justicia, acercando el poder judicial al pueblo. Sin embargo, la propuesta ha generado una fuerte oposición en varios sectores, incluyendo al propio Poder Judicial, que teme por la posible pérdida de independencia.
Protestas y caos en el Senado
La discusión sobre la reforma ya venía encendida, pero las tensiones aumentaron cuando los manifestantes lograron romper la seguridad e ingresar al recinto. Con gritos de “¡Traidores, traidores!” dirigidos a los legisladores, los protestantes ocuparon un palco del salón de plenos y provocaron la suspensión de la sesión.
El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, optó por trasladar la sesión a la histórica Casona de Xicoténcatl para continuar con el debate en un ambiente más controlado, afirmando que la reforma judicial seguiría adelante a pesar de las protestas.
¿Por qué preocupa esta reforma?
Los opositores temen que la reforma podría comprometer la imparcialidad del sistema judicial. Argumentan que, al someter a jueces y magistrados al voto popular, estos quedarían más expuestos a presiones políticas y económicas, e incluso a la influencia del crimen organizado. Además, sostienen que el proceso electoral podría alejar a profesionales capacitados que prefieren mantenerse al margen de la política.
El futuro de la justicia en México parece estar en juego, y la sesión en la Casona de Xicoténcatl será un punto clave para definir si esta reforma avanza o no.