Por Bruno Cortés
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 desató un intenso debate en la Cámara de Diputados, reflejando las diferencias ideológicas y políticas entre los grupos parlamentarios. Mientras Morena celebra los avances en salud, educación y programas sociales, la oposición acusa recortes preocupantes en áreas fundamentales como la seguridad pública, la infraestructura y la atención médica. ¿Es este presupuesto un instrumento de desarrollo o una oportunidad desperdiciada?
Desde la bancada de Morena, la diputada Mónica Álvarez Nemer destacó que el PEF prioriza la salud mediante la consolidación del IMSS-Bienestar, al destinarle 165 mil 562 millones de pesos, y aseguró que se están garantizando derechos esenciales. Por su parte, Ana Elizabeth Ayala Leyva defendió que el presupuesto está diseñado bajo principios de humanismo y busca construir una sociedad más justa. Según Morena, se trata de un compromiso ético y político con las personas que más lo necesitan.
Sin embargo, desde el PAN, el diputado Paulo Martínez López lanzó fuertes críticas, asegurando que el PEF ignora necesidades urgentes en salud y seguridad. “Los hospitales siguen sin medicamentos, camas y personal suficiente, mientras enfermedades como el cáncer o la diabetes no tienen la atención que merecen”, señaló. Además, denunció un recorte de 36 mil millones de pesos en seguridad, un tema especialmente sensible en un país que enfrenta altos niveles de violencia.
El PRI también se sumó a las críticas, con el diputado Mario Zamora Gastélum cuestionando la distribución del gasto. “De cada peso, solo 8 centavos van a programas sociales, mientras el 18.5 por ciento se destina a sueldos y salarios del gobierno”, afirmó. Según el legislador, este presupuesto no cumple con las promesas de atender a los más pobres y deja en el abandono sectores clave como la educación y la infraestructura hídrica.
En contraste, el PVEM defendió el dictamen. Raúl Bolaños-Cacho Cué señaló que el gasto total de 9.3 billones de pesos representa un esfuerzo por equilibrar ingresos y egresos para disminuir el déficit presupuestal. Además, aseguró que no hay recortes en seguridad pública, sino una reorganización de los recursos. Según su postura, el presupuesto refleja un compromiso con el desarrollo sostenible y la inversión en infraestructura estratégica.
Finalmente, el diputado Raúl Lozano Caballero, de Movimiento Ciudadano, anunció su voto en contra, argumentando que el PEF 2025 carece de equilibrio entre gasto social y la culminación de obras públicas. Para él, los recortes en salud, educación y medio ambiente son inaceptables, y el presupuesto compromete la implementación de reformas clave, como la judicial. También cuestionó el recorte al INE, advirtiendo riesgos para los procesos democráticos en curso.
La discusión del presupuesto no solo refleja los números; también desnuda las prioridades políticas de cada partido. En un año crucial para el país, el debate sobre el destino de los recursos públicos seguirá siendo uno de los temas más controvertidos en el escenario político nacional.